¿Quién dijo que el amor y la bohemia no podían ir de la
mano? Hoy quiero escribir para desmentir viejos legados y deciros que tenemos
un sitio muy especial donde se pueden hacer auténticos planes para una tarde
bohemia y, me refiero, como no, a Madrid. Lo mejor que tenemos en la capital
son esas diferencias pintorescas entre diferentes zonas. Por ejemplo entro el
barrio de Malasaña y el de Salamanca, o el Distrito Financiero y Aranjuez. Te
aseguro que una tarde invertida en tu pareja y en volver a respirar esos
vientos de bohemia no es nada descabellado. Al contrario, vivirás de manera
diferente todo lo que te ocurre porque mezclar dos cosas tan sentimentales como
es el amor y la vivencia bohemia es altamente recomendable.
Templo de Debod a la hora del crepúsculo
Lo primero es salir de casa y caminar tranquilamente hasta
llegar al Paseo del Pintor Rosales en el Parque del Oeste. Claro, tendréis que
hacerlo en uno de esos días de abril que está nublado, que el sol no afecta
mucho, así la estética lumínica que os rodeará será la adecuada (tonos de semi
a oscuros). Conforme os vayáis acercando divisaréis a lo lejos este antiguo
monumento egipcio. 2200 años desde que se construyó y ahora presidiendo este
lugar de la capital…¿te imaginas las cosas que ha visto, vivido y sobrevivido
este templo?
Celebrar el Día y Noche de los Museos en Madrid
Esta cita anual siempre cae en mayo. Generalmente entre el
16 y 18 y lo que se recauda siempre se destina a causas benéficas como la lucha
contra el hambre, la pobreza infantil o la ecología. De lo que se trata es de descubrir
el arte a deshoras, tener una experiencia artística a la luz de la luna. Una
perspectiva bohemia de lo sublime. Este
plan es uno de los mejores porque puedes combinar el paseo vespertino por la
ciudad y la vida cultural que tan de moda está. Además, si te puedes informar y
visitar alguna exposición que tenga que ver con la bohemia, mejor que mejor.
Son un montón de los museos que se apuntan a esta tendencia, Museo de Prado,
Museo Reina Sofía, Museo en Danza… solo tenéis que elegirlos.
Irte a una cafetería a escribir tu propia novela
Una de las cosas más bohemias que puedes hacer, y aunque no
te lo creas, también en pareja, es irte a un bar a escribir tu propia novela…o
género que prefieras, poesía, teatros. Siéntete como un auténtico Gil de
Biedma, Cortázar, o José Hierro. Y en pareja lo podéis hacer. Cada uno puede ir
a una cafetería distinta, o podéis hacerlo en la misma en puntos distintos. El
cénit de una relación perfecta es poder hacer esto sin problemas ni molestias. Madrid está lleno de cafeterías-librerías donde podrás sentarte en un rincón y ver como rueda el mundo mientras tú lo escribes.
Fusiónate con el ocaso en plena Sierra de Madrid
La sutil belleza de la naturaleza también tiene es parte de
la bohemia vivida. Lo mejor de todo es que cuando cae el sol, entre la
hojarasca, el viento, y el color que se forma, nos podemos trasladar a algún paisaje
bucólico de John Constable. No dudéis
pillar la cámara y subiros para la sierra en pleno ocaso. La bohemia os
rezumara por las venas. También existen rutas de excursiones interesantes de conocer para
darle rienda suelta a tu espíritu ecológico-bohemio.
Tómate un wishky en Laidy Pepa
El bohemio es por definición además de depresivo y amante de
la decadencia, también es un trasnochador nato. Por eso, en un plan vespertino,
la cosa no acabará a las 9, sino que se alargará hasta altas horas de la
madrugada. Y ¿dónde os metéis?, pues tenéis que visitar este lugar, Laidy Pepa, para acabar la tarde. Un antiguo
cabaret teatro reconvertido donde el vino, las conversaciones, y el ambiente
intelectual discurre como en las novelas –ahora sin humo- pero un lugar donde,
sin duda, os inspirará para continuar la vida de errantes que arrastramos los
bohemios.
Esperar a la noche más oscura escuchando jazz
Calor, desolación, un ventilador de techo que no funciona…todo
eso son cosas vinculadas a la bohemia más auténtica. ¿Quieres pasar por una
experiencia similar? Tendrás que visitar El Intruso. El sitio se haya
incrustado en un bloque de pisos en el que el jazz, el swing y el funk son los
ingredientes para alargar al máximo la noche. Una alternativa que no te dejará
indiferente.
Disfrutad de estos momentos que todos nos merecemos, busca
tus sitios y los de tu pareja para ponerle ese toque picantón, decadente y
atrevido que buscáis. Solo así conquistaréis la felicidad definitiva.